Acrílico sobre tela, 120 x 120 cm, 2007.
“La idea de cierto andamiaje o armazón que determina la esencia de las cosas, refleja nuestra necesidad de un esquema con el cual asir la infinita variedad de este mundo cambiante”.
Arte e Ilusión, de E.H. Gombrich, Editorial Debate.
Los aspectos de reconocimiento visual, siempre se manifiestan con la plasticidad de sus elementos constitutivos. Así, el acto interpretante del objeto plantea recomposiciones que desprenden un valor emocional manifestado por el color. Esta actividad repercute con la insistencia del protagonismo de los cromatismos y saturaciones, que se extienden compactando superficies con intensas pinceladas superpuestas.
De esta manera se perfilan los andamios de Patricia Di Paola, con sus ejes constructivos e historias ocultas, narradas con la voz de los óxidos, lacres y tierras. Ella nos presenta una visibilidad plena, corpórea y física, para la lectura de sus territorios iluminados, recorridos que se fragmentan pero que no obstaculizan la actividad edificante que nos propone.
Un espacio acotado, cercano y sugerente de relaciones formales, desintegra y enlaza para componer las variaciones espaciales. Utiliza avances y retrocesos, alterando direcciones, tensiones y estructuras. Anticipa y posterga la permanente inestabilidad del plano, virtud expresiva de sus pinturas, como animándose a la sorpresa.
Di Paola se reinterpreta cuando percibe la sonoridad de sus resultados pictóricos, tejiendo puentes de sostén, que ella dispone con verticales y horizontales impulsadas por la idea que golpea, estimulando la seguridad elaborativa de su abstracción.
Desde su tablero se desprenden códigos de organización, una sólida y constante racionalidad creativa con herramientas que no muestra, pero que aplica; mecanismos que la conectan con sistemas de equilibrio y compensación, armazones habituales de sus trabajos.
Su obra es íntima, de calles frágiles y calmas que nos proporcionan una organización pictórica equilibrada con la simplicidad de lo indeterminado, guiando nuestra observación hacia una sensación de infinidad.
Patricia Di Paola nos ofrece una renovada lectura de lo abstracto con sus andamiajes. La suya, constituye una obra sin ornatos, que nos trasmite su génesis. Y su presente valoriza su trabajo, oficio palpable que demuestran los andamios consistentes de compromiso con el arte, actitud que junto a ella y a su producción percibimos.
Ricardo Maldonado
Profesor de artes visuales